De vuelta a casa~

No alcancé a corresponderle el abrazo a Patch; más, noté que se fue a sentar a un sector de la habitación.. Solté un suspiro, pesado, triste, sin soltar aquel cuadro de la fotografía, me senté al borde le la ventana, recargando mi espalda contra el marco.
No podía pensar claramente... No soportaba la idea de perder todo; sentía preocupación por sempai, que , seguramente, ahora estaba peleando con los invasores, y yo aquí encerrada.

-Onee-san ... *murmura, observando la fotografía*...Go-gomene...No soy de las que suelen mostrar afecto a la gente, o hablarles...No tuve una infancia estable; y dudo que tu la hayas tenido color de rosa... *suspira*..Pero; desde que perdí hace mas menos 3 años a mi abuelo...me siento más sola que nunca... ..-Aclaré, hablando con firmeza, y directa , como siempre.. Tampoco me llevo bien con la gente..tengo fama de ser grosera, y ando la mayoría del tiempo metida en líos..

Guarde silencio un rato, para luego, reír de manera orgullosa, pero a la vez de niña pequeña...Me sobe suavemente la frente, un fuerte de dolor de cabeza últimamente me invadía; pensé si estaría relacionado con la ceguera de mi ojo derecho, y que no afectara la vista del ojo izquierdo..

-Tu sabes que mi infancia no fue de color de rosas, nadie la tuvo, nos ha tocado lo difícil señorita Hayakawa, no me importa si me dices que tienes fama de ser grosera, entiendo yo también soy así aveces... pero tenemos motivos y eso es lo que la gente no entiende, yo también me siento sola, pero cuando estoy con ustedes me siento más tranquila, me siento mejor ustedes son lo único que tengo, no quiero que te sientas así Kymera, eres importante para mi- repuse a sus palabras.

Abracé mis rodillas con fuerza y me mordía el labio para no llorar.

-Sólo me siento angustiada, necesito una manera de desahogarme, la otra opción es que arriesgue mi vida y vaya a afuera a jugar con mi arco y flechas, necesito un abrazo y ahora, aunque sea de un desconocido, ese nudo en mi garganta no me suelta hace mucho rato, me estoy hartando de esta sensación, con ustedes me siento bien, no me mal interpretes, pero algo no está saliendo como está debido- dije en un tono preocupado con ceño fruncido.

Dejé de morderme el labio que ya sangraba de tanta presión que le apliqué y dejé que mis lágrimas salieran, eran calientes, quemaban mis mejillas por donde se deslizaban lentamente.

¿Lagrimas?- Dije mientras aparecía de improviso, me habia tomado un tiempo el acomodar algunas cosas en mi habitación por lo que no había ido directamente donde estaban las chicas -Estamos juntos, y en casa, deberíamos estar sonriendo, no llorando- Mencione esto mientras abrazaba a Patch -Creo que todos deberíamos descansar, la ida al bosque fue muy pesada, tenemos que reponer nuestras energías, y no lo lograremos con puros dulces.

-¡Natsuko!- dije un tanto sorprendida.

Le correspondí el abrazo, ocultando mi cara con todo mi cabello suelto, con el dorso de mi muñeca sequé mis lágrimas rápidamente no iba a dejar que me viera llorar por segunda vez, no de nuevo, miré para el lado contrario de Natsuko y esperaba que se me quitaran las ganas de llorar, me mordía el labio con tanta fuerza que sentía que sangraría en unos segundos.

-¿Qué haces por acá?-pregunté un tanto curiosa.

Bueno, vine a ver como estaban, las vi entrar y pase a mi habitación a ordenar algunas cosas y cuando sali seguían aquí, así que quise ver si necesitaban algo- Observe a Patch, obviamente queria llorar, pero no quería hacerlo frente a mi, y luego vi a Kymera, tenía en su cara la expresión de alguien que estaba a punto de llorar pero no tenía lagrimas para hacerlo, creí que lo mejor sería que cada uno descansara, de ese modo todos estarían más repuestos para el día siguiente -Oye Patch, creo que ya es hora de descansar, esta oscureciendo, lo mejor es que vayamos a nuestras habitaciones a dormir.

-Buena idea, pero yo no iré a descansar- solté una sonrisa suicida.
Iré a hacerme más daño con mis pensamientos, estaré más tranquila y sola podré pensar más y sacar respuestas que puedan faltarme, pero tampoco quería dejar a Kymera sola, pero creo que era lo mejor. Me levanté y me acerqué a la señorita Hayakawa.
-Descansa Kymera-sonreí.
Aunque en ese momento lo único que quería hacer era desaparecer. Le lancé una mirada a Natsuko, no sabía que decirle exactamente.
-Hablamos luego-le dije con frialdad a Natsuko.
Me moví rápidamente hacia la salida, y pegué una pequeña carrera hacia el otro lado del pasillo y me senté ahí, no dejaba de preguntarme. ¿Qué es lo que estoy haciendo? En ese instante, era muy fácil saber lo que hacía, hacerme daño.

Patch se había ido sin más y Kymera acababa de subir al techo sin dejar que siquiera dijera una palabra como respuesta a su pregunta -Solo de nuevo, quizás mañana las chicas esten de mejor humor... espero- Comence a caminar hacía mi habitación, me preocupaba por Kymera, sentía que no nos comunicabamos lo necesario, y Patch, realmente quería hablar algo importante con ella hoy, pero al parecer no esta de animo para eso, tendre que esperar a un momento en el que este de mejor humor -No moriremos- Me dije a mi mismo, tratando de responder la pregunta de Kymera -Yo lo evitare.

Suspiré, no quería tratar mal a Natsuko pero no estaba de ánimos, necesitaba abrazar y golpear a alguien en este mismo momento, cuando observé a Natsuko caminar hacia su habitación, pegué una carrera hacia él.
-¡Natsuko!- grité con la esperanza que escuchara.

De verdad quería abrazarle, de esos abrazos en los que me sentía aliviada, la verdad lo necesitaba más que nunca.

Estaba muy ocupado dandole vuelta a mis pensamientos, estaba a punto de dar vuelta en el pasillo que daba hacía mi habitación, pero entonces escuche esa voz, me di vuelta y la vi, venía corriendo hacía mi, no estaba seguro de que intenciones tenía, pero presumí que necesitaba a alguien a quien abrazar, con quien estar, una persona con la cual podías hablar con confianza y por horas sin aburrirte... yo tambien lo hacía, por lo que estire mis brazos para reducir el tiempo para que sucediera el inminente encuentro.

Iba corriendo cuando observé que se dio cuenta de que iba corriendo detrás de él, y noté como sus brazos se extendían, no dudé en ningún momento en lanzarme arriba de él, si que sólo lo hice, fue en cosa de segundos.
-Idiota-le dije sonriendo.
Le abracé con fuerza, la verdad siempre estaba ahí cuando necesitaba a alguien eso me hacía quererlo aún más, pero también soy un poco fría y eso me hace mantenerme en postura y no ser más débil.

Le correspondi el abrazo, la verdad desde la ultima vez que la abrace en el bosque no podía aguantar para hacerlo de nuevo, es que de verdad me gustaba abrazar a las personas, pero con ella... sentía algo especial, una cosa en mi pecho, es un sentimiento de calidez, algo verdaderamente inexplicable -He, yo tambien te quiero tontita- Seguí abrazandola, pero recorde que tenía que decirle algo -Por cierto Patch... emmm... tengo que decirte algo importante... pero creo que mejor lo hare mañana ¿ok?

Extrañaba esos abrazos de Natsuko, esos que me hacían calmarme de un momento a otro, era tan raro en mi que me gustara abrazar a la gente muy seguido, pero a Natsuko podría abrazarle todo un día.

-¿Es algo malo?, ok me dices mañana- exclamé sonriendo con preocupación.

De verdad me preocupaba lo que quería decirme Natsuko, si era algo malo, me sentía lo bastante débil como para recibir otra apuñalada, pero tenía que estar lista para escucharle y entenderlo.

-Por cierto, también te quiero idiota-añadí.

Para esconder mi cara en su pecho y abrazarle con fuerza.

Estaba abrazando a Patch cuando nos interrumpio Drek, me alegraba verlo de nuevo, pero me hubiera gustado que llegara en un momento menos inoportuno -Ammm la verdad no lo se, ni una ni la otra, creo que lo mejor sería que le preguntaras a Kymera, esta en... el techo- Sonó bastante ridiculo pero era ciertamente verdad, esperaba que se fuera, no solo para volver a estar solo con Patch sino porque tambien quería saber cuando ibamos a comer, los dulces son deliciosos pero no llenan mucho.

Abrazaba a Natsuko cuando apareció Drek, la verdad no esperaba su aparición tan repentina, quería estar a solas con Natsuko para saber que tenía que decirme, la curiosidad me consumía.

-Natsuko tiene razón, mejor pregúntale a Kymera-dije un tanto fría.

Aún estaba un tanto triste y fría, pero algo que no podía negar, el abrazo de Natsuko me había hecho sentir mejor, en este instante quería saber que es lo que tenía que decirme, si era algo malo tendría que estar preparada para aquello si que mordí mi labio y empecé a crear una barrera en mi, mejor prevenir que lamentar, repetía una y otra vez.

ya, ¿ quieren comer algo ? yo lo cocino subí a preguntarle a kymera si quería comer, supuse que Patch estaba en algo con natsuko. Lo único que había encontrado era carne, pescado y arroz, decidí hacer pescado con arroz y un postre

Noté como Drek se alejó, fue tan repentina su aparición que me parecio bastante rara, después de que se habia largado, por un momento se me habia olvidado que era lo que le estaba diciendo a Natsuko.
-¿Qué tenías que decirme?- pregunté un tanto confusa ya que no recordaba bien si era aquello o no.

Abracé mis brazos y me mordí el labio inferior de lo confusa y nerviosa, no sabía que tipo de cosas tendría que decirme, algo malo, algo normal, algo bueno ni idea, solo senti un nudo en mi estómago y miré el suelo de forma concentrada.

¿No había dicho que te lo dría mañana?- La mire a los ojos, se veía preocupada -Pero no te preocupes, no es nada malo, espero que no nos lleguen mas de ese tipo de noticias en un buen rato- La quede mirando cautivado por esas dos amatistas frente a mis ojos -ammm bueno, creo que ya es hora de dormir, nos vemos mañana, descansa Patch, te quiero- Dije mientars partía hacía mi habtiación.

Le seguí y por acción de segundos le agarré el brazo y le detuve, no me quedaría con la duda hasta mañana, a menos que el quisiera que me matase, si que le presioné el brazo y le tiré a la pared.
-No te irás de acá hasta que me digas que tienes que decirme- exclamé de forma un tanto desesperada.

Empecé a desesperarme, odiaba este tipo de cosas, no me gusta quedarme con la duda, me volvía impaciente cuando algo quedaba en puntos suspensivos.
-Sí no me dirás ahora... te obligaré a que lo digas- añadí en un tono más rudo.