Regresando a casa

Bien, retrocediendo un poco... al momento cuando le pidieron al chico convertirse en el Mizukage... bien el no queria, asi que se tuvieron que aplicar ciertas condiciones para que lo convencieran. Una de estas fue... una casa grande, digna de un Mizukage.
Y asi fue, en este momento el chico estaba llegando a una gran casa tal y como el siempre la soñó.

Spoiler:

Pasó a la cocina calentando un poco té, lo miró por un momento y paso a salir al patio. Miró el cielo nocturno un momento, y dio un sorbo a su té.
Kirigakure no era tan mala, de hecho ya le agradaba, y una de sus condiciones era llevar Kirigakure a una revolucion que cambiara las cosas para los habitantes. Lo haria sin importar lo que tuviera que hacer.
Su azulado cabello se movia a su derecha, el viento corria agradablemente, pero de alguna manera se sentia solo...
Bah, no importa.
Ese problema se resolveria solo de cualquier manera, pronto tendria que entrenar al equipo #1 de Kirigakure.
El chico dio otro sorbo a su té sonriendo de lado.

Otro viaje terminado... mas largo de lo que el chico hubiera deseado, demasiados problemas a decir verdad, pero quiza podria salir algo bueno despues de todo esto. Sacó un pergamino en blanco y procedio a explicar en este, acerca de la mision de la pequeña Uchiha, colocó su firma y su sello al final de la carta, salió a su gran patio donde con un silbido llamó a una paloma color negra azulada con el simbolo de kirigakure en la frente. Colocó el pergamino en su espalda y la dejo ir. Solo era cuestion de que el Hokage leyera esto y hablara con ambas uchihas y que no la metieran en problemas, se sentó en el piso de madera, mirando el hermoso patio... Mañana en la mañana iria a buscar a su gennin y quiza la taeria aqui... y no tenia intenciones santas.