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por Los años pasaban rápidamente como si el viento mismo los arrastrara contra su voluntad. Parecía haber sido ayer cuando el joven Uzumaki daba a conocer sus habilidades frente a una gran cantidad de aspirantes a shinobi, dentro de la academia situada en Otogakure, cuando la aldea experimentaba su era de gloria.
-¡Niños, dejen de andar de perezosos y pónganse en posición!- La grave y ronca voz del profesor era inconfundible para aquellos quienes estaban bajo su tutela, era imposible no oírla, incluso estando a kilómetros de distancia. Durante la mañana, se llevaban a cabo entrenamientos que ponían a prueba al joven estudiante, en la disciplina de los Jutsus que conformaban la base principal de todo ninja. Shiro, que poseía una envidiable tranquilidad, se hallaba frente a todos sus compañeros, esperando ser elegido para comenzar con el examen lo más pronto posible debido a que sentía unas terribles ansias de poder finalmente emplear su chakra en la conformación de una técnica.
-Vaya banda de nerviosos .. Vaya, vaya .. - Comentaba el barbudo profesor, observando fijamente al niño de los azulados ojos cuales mantenían su atención sobre la arena de combate ubicada en el patio trasero de la academia. -Parece que ya no puedes esperar muchacho .. ¡Bien entonces! Comenzarás tú.- Música para los oídos del Uzumaki, quien sonreía placenteramente, ya estando listo para actuar. Una vez estando el chico en el centro del lugar utilizado para realizar variados exámenes, el experimentado shinobi que les enseñaba volteaba hacia los demás alumnos, comenzando a recitar unas palabras previas al desafío que a Shiro se le presentaba. -Ahora, este joven muchacho comenzará a realizar una seguidilla de Jutsus que la mayoría de ustedes debe de conocer perfectamente .. Y los hará a todos lo más rápido posible.- El niño de oscuros cabellos no esperaba oír aquello comentado por el profesor, no obstante, eso ni siquiera lo preocupaba, sino que lo impulsaba a concentrarse más.
-¿Estas listo Shiro?- Decía el sujeto de la notoria barba, posando su mirar sobre el anteriormente mencionado. -Cuando quiera.- Respondía el confiado aspirante a Shinobi, sonriendo de forma pícara. -¡Comienza!- Finalmente gritaba el hombre, para que milésimas de segundos más tarde, el chico Uzumaki comenzara a moverse a una sorprendente velocidad, notándose como su figura se tornaba borrosa gracias al intenso movimiento de los músculos de sus piernas. Repentinamente, este frenaba su veloz andar, quedando de pie frente a su profesor. -Ya veo, eso fue .. Igo - Comentaba el hombre tras la ardua tarea de Shiro, quien nuevamente se ponía en posición para realizar otro Jutsu.
-¡Ha!- Exclamaba el pelinegro, para luego desaparecer rodeado por una nube de polvo. Pasado un minuto, el aire despejaba aquella cortina de tierra, observándose como en lugar de Shiro yacía una roca de mediano tamaño. Los demás alumnos se mostraban boquiabiertos ante la situación, pensando ingenuamente que su colega se había confusamente transformado en aquel sólido objeto. Sin embargo, la figura del joven se hacía presente al lado de su maestro, sonriendo orgulloso. -Perfecto, eso fue el Kawairimi no Jutsu, que te permite cambiar de lugar con un objeto cercano a tí.- Explicaba el sujeto, mostrando conformidad con la actividad que Shiro realizaba.
Momentos luego, este juntaba sus manos, realizando a gran rapidez unos sellos que seguramente traerían como resultado la ejecución de otro Jutsu. -¡Hm!- Expresaba el niño que nuevamente era cubierto por una estela de polvo, la cual se alejaba rápidamente de su cuerpo, dejando a la vista a dos seres idénticos a él. -Eso es .. - Decían los espectadores al unisono, mirando con cautela la técnica del Uzumaki. -Eso es Bunshin no Jutsu.- Terminaba por acotar el profesor, nuevamente conforme con lo hecho. Luego, Shiro procedía a colocarse frente a la roca con cual anteriormente había cambiado de lugar, alzando su rodilla diestra con su respectiva pierna flexionada. En un instante, golpeaba con fuerza el centro de la roca, impactando el mismo con su pie, destruyendo completamente el natural objeto.
-Y eso ha sido Ken.- Vociferaba el hombre al notar como el objetivo de Shiro se hacía pedazos frente a sus ojos. Sin esperar, el aspirante a Shinobi volvía a juntar sus manos para la realización de nuevos sellos. -¡Haaa!- Como era costumbre, el cuerpo del Uzumaki se rodeaba de polvo gracias a la expulsión de su chakra, cual se alejaba rápidamente gracias al viento que se paseaba por la zona. No obstante, la figura del pelinegro ya no se veía, sino la de un hombre cuya apariencia no tenía diferencia con la de su profesor. -Oh, interesante .. El Henge no Jutsu.- Exclamaba el sujeto, quien tenía a su diestra mano sosteniendo su mentón, simbolizando la muestra de curiosidad que el desempeño de Shiro ocasionaba. El Maestro quería ver de que más era capaz del joven ninja.
-Ahora presenten atención niños, aplicaré un genjutsu sobre Shiro y contemplarán atentamente como se libera del mismo en menos de un minuto.- Decía el hombre de notoria barba, quien rápidamente posaba su mano izquierda sobre la desordenada cabellera del Uzumaki, sumiendo al mismo en un mundo de fantasía. Los ojos del pelinegro se mostraban perdidos y su cuerpo se mantenía inmóvil. Dentro del universo creado por su profesor, el aspirante a ninja enfocaba todo su chakra en su interior, haciendo estallar al mismo en una especie de onda expansiva la cual sin falta lo liberaba velozmente de la prisión creada por el genjutsu rival. Sus ojos volvían a la normalidad y su rostro demostraba una vez más aquel desafiante semblante. -Bien hecho Shiro, has pasado la prueba.- Comentaba alegremente el maestro. Posteriormente, una cascada de aplausos sonaba en los oídos del niño de azulados ojos, quien observaba un tanto serio a sus compañeros de clase.
Otogakure - Academia Ninja - 7 años atrás
-¡Niños, dejen de andar de perezosos y pónganse en posición!- La grave y ronca voz del profesor era inconfundible para aquellos quienes estaban bajo su tutela, era imposible no oírla, incluso estando a kilómetros de distancia. Durante la mañana, se llevaban a cabo entrenamientos que ponían a prueba al joven estudiante, en la disciplina de los Jutsus que conformaban la base principal de todo ninja. Shiro, que poseía una envidiable tranquilidad, se hallaba frente a todos sus compañeros, esperando ser elegido para comenzar con el examen lo más pronto posible debido a que sentía unas terribles ansias de poder finalmente emplear su chakra en la conformación de una técnica.
-Vaya banda de nerviosos .. Vaya, vaya .. - Comentaba el barbudo profesor, observando fijamente al niño de los azulados ojos cuales mantenían su atención sobre la arena de combate ubicada en el patio trasero de la academia. -Parece que ya no puedes esperar muchacho .. ¡Bien entonces! Comenzarás tú.- Música para los oídos del Uzumaki, quien sonreía placenteramente, ya estando listo para actuar. Una vez estando el chico en el centro del lugar utilizado para realizar variados exámenes, el experimentado shinobi que les enseñaba volteaba hacia los demás alumnos, comenzando a recitar unas palabras previas al desafío que a Shiro se le presentaba. -Ahora, este joven muchacho comenzará a realizar una seguidilla de Jutsus que la mayoría de ustedes debe de conocer perfectamente .. Y los hará a todos lo más rápido posible.- El niño de oscuros cabellos no esperaba oír aquello comentado por el profesor, no obstante, eso ni siquiera lo preocupaba, sino que lo impulsaba a concentrarse más.
-¿Estas listo Shiro?- Decía el sujeto de la notoria barba, posando su mirar sobre el anteriormente mencionado. -Cuando quiera.- Respondía el confiado aspirante a Shinobi, sonriendo de forma pícara. -¡Comienza!- Finalmente gritaba el hombre, para que milésimas de segundos más tarde, el chico Uzumaki comenzara a moverse a una sorprendente velocidad, notándose como su figura se tornaba borrosa gracias al intenso movimiento de los músculos de sus piernas. Repentinamente, este frenaba su veloz andar, quedando de pie frente a su profesor. -Ya veo, eso fue .. Igo - Comentaba el hombre tras la ardua tarea de Shiro, quien nuevamente se ponía en posición para realizar otro Jutsu.
-¡Ha!- Exclamaba el pelinegro, para luego desaparecer rodeado por una nube de polvo. Pasado un minuto, el aire despejaba aquella cortina de tierra, observándose como en lugar de Shiro yacía una roca de mediano tamaño. Los demás alumnos se mostraban boquiabiertos ante la situación, pensando ingenuamente que su colega se había confusamente transformado en aquel sólido objeto. Sin embargo, la figura del joven se hacía presente al lado de su maestro, sonriendo orgulloso. -Perfecto, eso fue el Kawairimi no Jutsu, que te permite cambiar de lugar con un objeto cercano a tí.- Explicaba el sujeto, mostrando conformidad con la actividad que Shiro realizaba.
Momentos luego, este juntaba sus manos, realizando a gran rapidez unos sellos que seguramente traerían como resultado la ejecución de otro Jutsu. -¡Hm!- Expresaba el niño que nuevamente era cubierto por una estela de polvo, la cual se alejaba rápidamente de su cuerpo, dejando a la vista a dos seres idénticos a él. -Eso es .. - Decían los espectadores al unisono, mirando con cautela la técnica del Uzumaki. -Eso es Bunshin no Jutsu.- Terminaba por acotar el profesor, nuevamente conforme con lo hecho. Luego, Shiro procedía a colocarse frente a la roca con cual anteriormente había cambiado de lugar, alzando su rodilla diestra con su respectiva pierna flexionada. En un instante, golpeaba con fuerza el centro de la roca, impactando el mismo con su pie, destruyendo completamente el natural objeto.
-Y eso ha sido Ken.- Vociferaba el hombre al notar como el objetivo de Shiro se hacía pedazos frente a sus ojos. Sin esperar, el aspirante a Shinobi volvía a juntar sus manos para la realización de nuevos sellos. -¡Haaa!- Como era costumbre, el cuerpo del Uzumaki se rodeaba de polvo gracias a la expulsión de su chakra, cual se alejaba rápidamente gracias al viento que se paseaba por la zona. No obstante, la figura del pelinegro ya no se veía, sino la de un hombre cuya apariencia no tenía diferencia con la de su profesor. -Oh, interesante .. El Henge no Jutsu.- Exclamaba el sujeto, quien tenía a su diestra mano sosteniendo su mentón, simbolizando la muestra de curiosidad que el desempeño de Shiro ocasionaba. El Maestro quería ver de que más era capaz del joven ninja.
-Ahora presenten atención niños, aplicaré un genjutsu sobre Shiro y contemplarán atentamente como se libera del mismo en menos de un minuto.- Decía el hombre de notoria barba, quien rápidamente posaba su mano izquierda sobre la desordenada cabellera del Uzumaki, sumiendo al mismo en un mundo de fantasía. Los ojos del pelinegro se mostraban perdidos y su cuerpo se mantenía inmóvil. Dentro del universo creado por su profesor, el aspirante a ninja enfocaba todo su chakra en su interior, haciendo estallar al mismo en una especie de onda expansiva la cual sin falta lo liberaba velozmente de la prisión creada por el genjutsu rival. Sus ojos volvían a la normalidad y su rostro demostraba una vez más aquel desafiante semblante. -Bien hecho Shiro, has pasado la prueba.- Comentaba alegremente el maestro. Posteriormente, una cascada de aplausos sonaba en los oídos del niño de azulados ojos, quien observaba un tanto serio a sus compañeros de clase.
El comienzo es algo interesante .. ¿No lo creen?
- Spoiler:
- Jutsus Entrenados:
Kawairimi no jutsu: Esta técnica te permite cambiar de lugar con un objeto que esté cerca de ti.
Cc: 20
Efecto: Esquivar.
Bunshin no jutsu: Esta técnica te permite crear 2 clones a tus lados, sirven para confundir a un enemigo.
Cc: 20 + 10 mantener.
Kai: Te libera de un genjutsu de tu mismo nivel que no haga stun.
Cc: 30
Henge no jutsu: Esta técnica te permite cambiar tu cuerpo a un objeto u otra persona.
Cc: 20 + 10 mantener.
Ken: El hecho de dar un golpe con una parte de tu cuerpo.
St: 10
Hit: 10
Igo: Te permite moverte rápidamente para esquivar un taijutsu.
St: 20
Efecto: Esquivar.
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