por Era tarde, la señora de la noche alumbraba aquella zona pérdida de la aldea del sonido, mientras que el aire del lugar comenzaba a arribar, haciendo que las ropas de un sujeto de cabellos negros comenzaran a ondearse al igual que sus cabellos negros, los ojos del chico al igual que su cabellera sería color negros, al instante que este siente una energía que se acercaba a él, giró su fisonomía hasta donde se encontraba con una mujer de cabellos negros. Hikaru, ¿Qué haces aquí? Preguntaría a la chica mientras que se mantiene de pie mirando a aquella mujer, su tono de voz sería frío, pero al mismo tiempo sería un tanto seco, como si se tratara de una persona de desconfianza. ¿Acaso Shiro te mandó a molestarme? Decía mientras que fruncía el ceño, cerrando sus negros orbes y dejando salir un suspiro de enojo.
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Reúnion de Taka
Uzumaki Hikaru- Jounin
Se acerca hasta donde esta el joven de cabellos negros, pero no desviaba la mirada hacia a el, sino que todo el tiempo estuvo mirando el cielo "No, el no me ha mandado a molestarte."
Uzumaki Shiro- Jounin
Varios años habían pasado desde la última vez que el pelinegro había posado un pie sobre la vieja y rústica Academia Ninja dentro de la aldea del Sonido, lugar que recientemente estaba experimentando cambios de forma frecuente. No era su intención ir a dicho sitio por placer o algo por el estilo, es más, ni siquiera le interesaba acudir allí. No obstante, se trataba de un llamado importante de Hayato, quien al parecer buscaba reunir a los miembros actuales de Taka, que a pesar de ser pocos, demostraban un monstruoso poder dentro del campo de batalla. Podía fácilmente explicarse como calidad en ves de cantidad. El viento se movía incesante por el sendero que llevaba a la gran puerta de madera, la cual representaba la entrada de la renombrada Academia, edificio que inmediatamente acarreaba la atención de Shiro.
-Demonios, que pocas ganas .. - Vociferaba para sí mismo, llevándose la diestra mano hasta su medianamente larga cabellera oscura, careciendo esta vez de la protección de aquella blanca máscara con forma de lobo. Realmente el día no ameritaba una reunión, pero los pensamientos de Hayato eran un completo enigma para Shiro, a pesar de haber pasado ya bastante tiempo junto al infame Uchiha. Sabía por experiencia que la reunión no se centraría en una simple charla rutinaria, sino en algo bastante más llamativo. Muy posiblemente, o al menos eso pensaba Shiro, la llegada de un bijuu estaba cerca, más de lo que ellos tres creían.
Su leve meditación era fácilmente interrumpida por sí mismo al momento de empujar con suavidad la agrietada madera de la puerta perteneciente al complejo, haciendo uso de su mano izquierda, para así poder ingresar. No pasaba mucho hasta que los azulados ojos del Uzumaki visualizaran a sus dos compañeros de grupo. -Oh vaya .. Hikaru, es raro que seas puntual.- Una sonrisa se dibujaba en los labios del joven shinobi, era más que obvio el tono burlón que aquellas palabras llevaban impreso. -¿Y bien .. Jefe, a qué debemos el llamado?- Comentaba, posando su serio mirar sobre Hayato, lider de Taka y peligroso ninja renegado.
Mientras esperaba la respuesta del nombrado anteriormente, analizaba la situación en la que estaba. Shiro no afirmaba del todo el hecho de que este encuentro fortuito se debía a un llamado del Uchiha, sin embargo, recordaba perfectamente la petición de Hayato sobre dirigirse a la Academia el día de hoy. A pesar de no observar directamente a Hikaru, notaba la incomodidad que la fémina expresaba. Posiblemente había aparecido en el edificio por simple casualidad, ahorrándole al lider el trabajo de llamar a cada miembro de la organización. -Oe .. Hayato .. ¿Llegamos temprano?- Al parecer, el jefe no esperaba recibirlos tan pronto. De todas formas, era el momento perfecto para escuchar las palabras que prontamente serian pronunciadas por el poseedor del Sharingan.
-Demonios, que pocas ganas .. - Vociferaba para sí mismo, llevándose la diestra mano hasta su medianamente larga cabellera oscura, careciendo esta vez de la protección de aquella blanca máscara con forma de lobo. Realmente el día no ameritaba una reunión, pero los pensamientos de Hayato eran un completo enigma para Shiro, a pesar de haber pasado ya bastante tiempo junto al infame Uchiha. Sabía por experiencia que la reunión no se centraría en una simple charla rutinaria, sino en algo bastante más llamativo. Muy posiblemente, o al menos eso pensaba Shiro, la llegada de un bijuu estaba cerca, más de lo que ellos tres creían.
Su leve meditación era fácilmente interrumpida por sí mismo al momento de empujar con suavidad la agrietada madera de la puerta perteneciente al complejo, haciendo uso de su mano izquierda, para así poder ingresar. No pasaba mucho hasta que los azulados ojos del Uzumaki visualizaran a sus dos compañeros de grupo. -Oh vaya .. Hikaru, es raro que seas puntual.- Una sonrisa se dibujaba en los labios del joven shinobi, era más que obvio el tono burlón que aquellas palabras llevaban impreso. -¿Y bien .. Jefe, a qué debemos el llamado?- Comentaba, posando su serio mirar sobre Hayato, lider de Taka y peligroso ninja renegado.
Mientras esperaba la respuesta del nombrado anteriormente, analizaba la situación en la que estaba. Shiro no afirmaba del todo el hecho de que este encuentro fortuito se debía a un llamado del Uchiha, sin embargo, recordaba perfectamente la petición de Hayato sobre dirigirse a la Academia el día de hoy. A pesar de no observar directamente a Hikaru, notaba la incomodidad que la fémina expresaba. Posiblemente había aparecido en el edificio por simple casualidad, ahorrándole al lider el trabajo de llamar a cada miembro de la organización. -Oe .. Hayato .. ¿Llegamos temprano?- Al parecer, el jefe no esperaba recibirlos tan pronto. De todas formas, era el momento perfecto para escuchar las palabras que prontamente serian pronunciadas por el poseedor del Sharingan.
Uchiha Hayato- Lider Taka
Escuchando lo que el dueto Uzumaki tenía que decirme, simplemente solté una risa un tanto audible. Para después caminar lentamente hasta llegar al centro de estos. Par de Uzumakis, deben de entrenar algún jutsu, así que quiero ver. Diciendo eso, daría un salto lo suficientemente grande como para subir hasta el tejado de la academia, donde la luna estaría alumbrando mi ser, haciéndome ver como una sombra de ojos rojos. Mantendría mi mirada fija en aquellos chicos, mientras que mi cuerpo parecería algo más de la estructura de la academia del país de los campos de arroz. Sin embargo el aire del alrededor hacía que mis negros cabellos danzaran al ritmo que este proporcionaba, haciendo que mis ropas y mi cabellos negros revelara mi verdadera ubicación. ¿Qué esperan? Dijo impaciente mientras que parpadeaba lentamente para escuchar lo que esos dos Uzumakis debían decirle.
Uzumaki Hikaru- Jounin
"¿Jutsu?...Solo se algunos...y todos son medicos...Mi hermano Dan me mostro el Tsūten Kyaku que es capaz de hacer grandes crateres en el suelo con tan solo un golpe...Lo basico de cuerpo a cuerpo lo sé...Aun me falta aprender mucho..." Decia la chica de cabellos negros, mientras veia a Hayato quien permanecia arriba del tejado de la academia, seguidamente de eso da un suspiro y se cruza de brazos, cerrando los ojos, pensando en lo mucho que le hacia falta por aprender, debia conseguir grandes jutsus si queria ser de ayuda para Taka y no solo eso, si no para poder cumplir a la perfeccion su venganza, ella estaba conciente de todo lo que debia poner de su parte para que eso fuera posible.
Despues de todo se habia unido a Taka para poder ser una Kunoichi mas fuerte, asi que aprenderia de Hayato y Shiro, aun si debia pasar por largos dias de entrenamiento, ella lo haria, estaba dispuesta a todo.
Despues de todo se habia unido a Taka para poder ser una Kunoichi mas fuerte, asi que aprenderia de Hayato y Shiro, aun si debia pasar por largos dias de entrenamiento, ella lo haria, estaba dispuesta a todo.
Uzumaki Shiro- Jounin
Por un momento su atención se situaba sobre la chica de oscuros cabellos y serio mirar. Sabía desde antes que Hikaru se especializaba en Jutsus médicos y a la vez disponía de una brutal fuerza física, una clase de Taijutsu que muchos ninjas envidiaban. Al parecer, el lider de Taka buscaba probar las habilidades de la fémina, debido a que últimamente se había estado reservando sus verdaderos poderes por una desconocida razón. No obstante, era obvio que Hikaru sentía desconfianza la primera vez que Shiro y Hayato la vieron, vagando sin rumbo por los amplios bosques del país del Sonido.
El Uzumaki no podía hacerse una clara idea sobre que buscaba en sí la mujer de su mismo clan. Ella afirmaba que la venganza era aquello que movía sus pies hacia adelante, dándole la fuerza necesaria para cumplir con su objetivo. Sin embargo, había algo oculto tras las intenciones de Hikaru, un extraño sentimiento de ira parecía invadir fuertemente los ojos de la joven cuando esta hablaba sobre su pasado.
-Hayato, deja a Hikaru a mi cuidado .. No me gusta lidiar con niñas quejumbrosas pero .. Tiene bastante potencial.- Comentaba, mostrando luego una burlona sonrisa en sus labios. Presentía de antemano la gran habilidad oculta de la kunoichi perteneciente a Taka, un poder abrumador, tan grande que muy posiblemente estaba al mismo nivel que el resto de la organización. -Escucha chica presumida, haz de una vez los jutsus básicos, todos y cada uno de ellos .. ¿Me entiendes?- Vociferaba, comportándose de una manera infantil, simulando ser su maestro. -No hagas esperar al Uchiha, se pone histérico.- Acostumbrado a hacer dichas bromas, pasaba por el alto el hecho de que el nombrado iniciara alguna ofensiva contra la persona de Shiro, ya que lo conocía lo suficiente como para afirmar que ese hipotético caso no se daría.
Sus azulados ojos se posaban sobre Hikaru, quien seguramente estaba por comenzar una serie de insultos dirigidos al Uzumaki. Tenía que provocarla para que su fuerza interna saliera a luz y así diera comienzo a la formación de una ninja que potencialmente se convertiría en una feroz guerrera.
El Uzumaki no podía hacerse una clara idea sobre que buscaba en sí la mujer de su mismo clan. Ella afirmaba que la venganza era aquello que movía sus pies hacia adelante, dándole la fuerza necesaria para cumplir con su objetivo. Sin embargo, había algo oculto tras las intenciones de Hikaru, un extraño sentimiento de ira parecía invadir fuertemente los ojos de la joven cuando esta hablaba sobre su pasado.
-Hayato, deja a Hikaru a mi cuidado .. No me gusta lidiar con niñas quejumbrosas pero .. Tiene bastante potencial.- Comentaba, mostrando luego una burlona sonrisa en sus labios. Presentía de antemano la gran habilidad oculta de la kunoichi perteneciente a Taka, un poder abrumador, tan grande que muy posiblemente estaba al mismo nivel que el resto de la organización. -Escucha chica presumida, haz de una vez los jutsus básicos, todos y cada uno de ellos .. ¿Me entiendes?- Vociferaba, comportándose de una manera infantil, simulando ser su maestro. -No hagas esperar al Uchiha, se pone histérico.- Acostumbrado a hacer dichas bromas, pasaba por el alto el hecho de que el nombrado iniciara alguna ofensiva contra la persona de Shiro, ya que lo conocía lo suficiente como para afirmar que ese hipotético caso no se daría.
Sus azulados ojos se posaban sobre Hikaru, quien seguramente estaba por comenzar una serie de insultos dirigidos al Uzumaki. Tenía que provocarla para que su fuerza interna saliera a luz y así diera comienzo a la formación de una ninja que potencialmente se convertiría en una feroz guerrera.
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